Tema - Diciembre - 2004: Viento
Moderador: Sandra
- grego
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Tema - Diciembre - 2004: Viento
Haikus relacionados con el viento
- Inesvillan
- paseante aprendiz
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Bienvenido Giovanni. Espero que ese primer haiku traiga de la mano muchos más para compartirlos con nosotros.
Me gusta la personificación en los haiku de Inés y de Jordi, especialmente esas hojas que tiritan.
De M.Eugenia me gusta la atención prestada a un hecho cotidiano. Es de haijin esa facultad de transformar en poesía lo corriente. Pura alquimia.
Me gusta especialmente el primero. El contraste entre encender , rojo (algo que nos remite inmediatamente al calor, al fuego) y que sea precisamente el viento helado del invierno el que obre ese milagro.
Saludos
Me gusta la personificación en los haiku de Inés y de Jordi, especialmente esas hojas que tiritan.
De M.Eugenia me gusta la atención prestada a un hecho cotidiano. Es de haijin esa facultad de transformar en poesía lo corriente. Pura alquimia.
Me gusta especialmente el primero. El contraste entre encender , rojo (algo que nos remite inmediatamente al calor, al fuego) y que sea precisamente el viento helado del invierno el que obre ese milagro.
Saludos
- grego
- paseante haijin
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Me parece muy bien, pfanega, que los llames intentos. Yo hago lo mismo.
Se nota en tus haikus el contacto con la realidad pura y cruda.
Aunque duro, me gusta tu tercer haiku.
Se nota en tus haikus el contacto con la realidad pura y cruda.
Aunque duro, me gusta tu tercer haiku.
"Porque no se trata de decir cosas chocantes, sino de decir la verdad sencillamente, la mayor verdad y del modo más claro posible y más directo." Juan Ramón Jiménez
https://grego.es
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- fanega
- super paseante
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La leve brisa...
Me asomé al balcón... y...
La leve brisa...
y el temblar nervioso
de las hojitas...
Aprovecho para compartir un clásico sobre el tema... de Morikawa KYOROKU (1655-1715):
Un viento frío.
Sobre arrozales verdes,
sombras de nubes.
(trad.: Antonio Cabezas)
Paz y Bien..
La leve brisa...
y el temblar nervioso
de las hojitas...
Aprovecho para compartir un clásico sobre el tema... de Morikawa KYOROKU (1655-1715):
Un viento frío.
Sobre arrozales verdes,
sombras de nubes.
(trad.: Antonio Cabezas)
Paz y Bien..
- fanega
- super paseante
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EL viento y el ego...
Sigo en mi revisión de la antología japonesa del rincón del haiku... Ya voy por la K...
Comparto estos dos de un autor japones más bien reciente, Takahama KYOSHI (1874-1959), por que me parece interesante el manejo del yo... tan contrario al deber ser que hemos venido compartiendo...
Viento de primavera:
con todo mi coraje,
erguido en la colina.
(trad.: Fernando Rodríguez-Izquierdo)
Viento otoñal;
¡cuántos montes, cuántos ríos,
en lo más íntimo de mí!
(trad.: Fernando Rodríguez-Izquierdo)
En el primero, el ego se impone erguido sobre la colina... destaca sobre el paisaje desafiando el viento... El segundo, recoge el paisaje en su interioridad... Del viento del estreno primaveral... a la clausura otoñal...
Me pareció interesante.. y quise compartirlo...
Paz y Bien...
Gracias, fanega, por esa revisión (entre otras) que estás llevando a cabo aquí en paseos.net.
Me gustaría comentásemos algo respecto al empleo del "yo". Mencionas algo importante e interesante: la confusa y equívoca cuestión del "yo". Personalmente creo que existe confusión para quienes se inician en ese concreto apartado: "el yo". El pomposo "yo". Hay que discernir algo nescesario y sutil en todo esto, desde mi punto de vista, naturalmente; tal y como creo entenderlo.
Hay un "yo", ¡pero ojo!, porque al hablar y escribir no podemos sustraernos a su influjo, a su influencia, únicamente utilizando la 3ª persona del singular (en los tiempos verbales); pero psicológicamente hablando, en lo interno, es otra la razón. El testigo es otro "yo", está en nosotros ¿a que sí?; ¿pero por qué hay un "yo" que está tan devaluado en éste terreno que pisamos, en el del haiku? He aquí la cuestión. Creo que es una cuestión, digamos filosófica si queréis, o trascendente, como gustéis, pero que se puede entender a la perfección aunque no es fácil llevar a cabo. Esa cuestión es la fractura, la dualidad entre sujeto y objeto, potenciada en gran medida por nuestro modo de usar el lenguaje, pero que a la larga ha influido en nuestra vida cotidiana. Es la gran confusión. Es la dualidad entre el observador y lo observado cuando aparece la voluntad del "yo" y no meramente la de un testigo observador ajeno a toda voluntad. No hay fractura, dualidad, distinción, entre lo observado y el observador (el testigo sin voluntad) cuando hay, existe, unidad, cuando el observador y lo observado son ambos lo mismo. Es aquí cuando el "yo" puede parecer que interviene como en los Haikus que nos presentas; pero en ellos, estoy convencido, no hay actividad potencial del "yo", de esa fractura, sino "montes y ríos" SON lo mismo que el observador, así como "el coraje" no es solo del observador, sino el del viento mismo de primavera.
Puede parecer confuso, pero en ese caso el responsable de dicha confusión es de quien escribe esto y no de la "filosofía" del haiku. Disculpad en ese caso a este pobre aficionado.
Salud.
Me gustaría comentásemos algo respecto al empleo del "yo". Mencionas algo importante e interesante: la confusa y equívoca cuestión del "yo". Personalmente creo que existe confusión para quienes se inician en ese concreto apartado: "el yo". El pomposo "yo". Hay que discernir algo nescesario y sutil en todo esto, desde mi punto de vista, naturalmente; tal y como creo entenderlo.
Hay un "yo", ¡pero ojo!, porque al hablar y escribir no podemos sustraernos a su influjo, a su influencia, únicamente utilizando la 3ª persona del singular (en los tiempos verbales); pero psicológicamente hablando, en lo interno, es otra la razón. El testigo es otro "yo", está en nosotros ¿a que sí?; ¿pero por qué hay un "yo" que está tan devaluado en éste terreno que pisamos, en el del haiku? He aquí la cuestión. Creo que es una cuestión, digamos filosófica si queréis, o trascendente, como gustéis, pero que se puede entender a la perfección aunque no es fácil llevar a cabo. Esa cuestión es la fractura, la dualidad entre sujeto y objeto, potenciada en gran medida por nuestro modo de usar el lenguaje, pero que a la larga ha influido en nuestra vida cotidiana. Es la gran confusión. Es la dualidad entre el observador y lo observado cuando aparece la voluntad del "yo" y no meramente la de un testigo observador ajeno a toda voluntad. No hay fractura, dualidad, distinción, entre lo observado y el observador (el testigo sin voluntad) cuando hay, existe, unidad, cuando el observador y lo observado son ambos lo mismo. Es aquí cuando el "yo" puede parecer que interviene como en los Haikus que nos presentas; pero en ellos, estoy convencido, no hay actividad potencial del "yo", de esa fractura, sino "montes y ríos" SON lo mismo que el observador, así como "el coraje" no es solo del observador, sino el del viento mismo de primavera.
Puede parecer confuso, pero en ese caso el responsable de dicha confusión es de quien escribe esto y no de la "filosofía" del haiku. Disculpad en ese caso a este pobre aficionado.
Salud.
- grego
- paseante haijin
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Estoy de acuerdo con vosotros, Barlo y Momiji.
Hace poco escribí esto, que va en la línea de lo que expone Barlo:
"Contemplar es la clave, o más bien, dejar que el Ser contemple a través nuestra. Entonces el pensamiento se para, la razón no juzga, la conciencia es plena. El silencio se hace presencia interior. La quietud se desparrama por dentro. El yo se funde en el momento presente.
Este contemplar puede suceder en el interior o en el exterior. Contemplar el interior es sentir la presencia dentro de nosotros. Entonces se observan los pensamientos, las emociones, estados de ánimo, deseos, etc. sin hacer un juicio de valor, desde una conciencia profunda que lo integra todo.
Contemplar el exterior es ver las nubes, los árboles, oír los trinos de los pájaros, apreciar la frescura del agua, sintiendo la presencia que hay en todo esto. Sentir que tú estás fundido de alguna manera con eso. Y sentir en todo ello una conciencia que es de la misma naturaleza que tu conciencia. Aunque cuando se vive la contemplación no hay exterior ni interior; lo que vives es unión, fusión de todo, conciencia de unidad…, exterior e interior es lo mismo.
No hay pasado ni futuro, sólo este momento presente.
Dedicar espacios del día a vivir esto puede ser el camino de la felicidad."
Viendo algunos hilos de mensajes no sé si habría que crear dos foros nuevos:
- Haikus clásicos y comentarios (por lo que está haciendo Fanega)
- Diálogos sobre haiku (o algo así) que estaría relacionado con lo que ha expuesto Barlo y yo mismo (y sobre otros temas).
Hace poco escribí esto, que va en la línea de lo que expone Barlo:
"Contemplar es la clave, o más bien, dejar que el Ser contemple a través nuestra. Entonces el pensamiento se para, la razón no juzga, la conciencia es plena. El silencio se hace presencia interior. La quietud se desparrama por dentro. El yo se funde en el momento presente.
Este contemplar puede suceder en el interior o en el exterior. Contemplar el interior es sentir la presencia dentro de nosotros. Entonces se observan los pensamientos, las emociones, estados de ánimo, deseos, etc. sin hacer un juicio de valor, desde una conciencia profunda que lo integra todo.
Contemplar el exterior es ver las nubes, los árboles, oír los trinos de los pájaros, apreciar la frescura del agua, sintiendo la presencia que hay en todo esto. Sentir que tú estás fundido de alguna manera con eso. Y sentir en todo ello una conciencia que es de la misma naturaleza que tu conciencia. Aunque cuando se vive la contemplación no hay exterior ni interior; lo que vives es unión, fusión de todo, conciencia de unidad…, exterior e interior es lo mismo.
No hay pasado ni futuro, sólo este momento presente.
Dedicar espacios del día a vivir esto puede ser el camino de la felicidad."
Viendo algunos hilos de mensajes no sé si habría que crear dos foros nuevos:
- Haikus clásicos y comentarios (por lo que está haciendo Fanega)
- Diálogos sobre haiku (o algo así) que estaría relacionado con lo que ha expuesto Barlo y yo mismo (y sobre otros temas).
"Porque no se trata de decir cosas chocantes, sino de decir la verdad sencillamente, la mayor verdad y del modo más claro posible y más directo." Juan Ramón Jiménez
https://grego.es
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Totalmente de acuerdo Grego. Esa contemplación de la que hablas es zen, claro que el tema sobre la relación del haiku y el zen daría para otro hilo de conversación.
Dejo aquí las últimas palabras de una película sorprendente que me fascina "La Delgada Líne Roja" y que me ha venido a la mente leyendo tu comentario.
"¡Oh, alma mía! Déjame entrar en ti, mira a través de mis ojos, contempla las cosas que creaste, mira como brillan."
Dejo aquí las últimas palabras de una película sorprendente que me fascina "La Delgada Líne Roja" y que me ha venido a la mente leyendo tu comentario.
"¡Oh, alma mía! Déjame entrar en ti, mira a través de mis ojos, contempla las cosas que creaste, mira como brillan."
紅葉