Otro intento de haibun. Me gustaría leer "El camino a okú" de Basho, pero no lo he conseguido. Si alguien lo tiene a mano, le agradecería me lo enviase. Gracias
Al pié de la montaña, miro arriba. La senda está llena de romeros, suben a la fiesta en la cima.
Ahora somos tres figuras mas sudando el ascenso al sol del mediodía.
Tengo el ánimo dividido, el dolor de mis pies molesta al pleno gozo,
son las botas, de buena marca, me sacan ampollas.
Me descalzo en la cima, contagiada de euforia humana.
Mi cuerpo respira.
Comienza el descenso, ya cojeo, y no aguanto la sonrisa.
Cambio mi calzado, me pongo las zapatillas viejas.
Pero el peso añadido en la mochila, molesta.
La montaña o el camino me dan una idea.
Mis compañeros se asombran,
cuando descuelgo las botas,
y las regalo al borde
del camino,
para algún
campesino
u otro
romero.
Sabia la hormiga
lleva su justa carga
¿no quiere apegos?
meugenia :)
las botas
Bien bien meugenia.
Bien expuesta la experiencia sin caer en el personalismo o el subjetivismo. Me gusta.
Yo sé bien lo que se siente cuando tienes que seguir caminando con ampollas en los pies. Uff.
Me gusta además la novedad que introduces en la manera de presentar el texto. No sé si alguien más purista te diría que en el haibun lo único importante es lo que set ransmite, y no debe haber nada que distraiga de esto, pero a mí la verdad es que me gusta.
Esa montaña invertida que visualmente seguimos con la mirada mientras leemos creo que es todo un hallazgo. Ascendemos así un poco con la voz que cuenta, poco a poco hacia la cumbre, hacia el final.
Y el haiku me parece un colofón estupendo. Esa hormiga que asciende como un romero más pero sin cargas, sin sudor, sin pensamientos, ni siquiera con intención.
Peregrina sólo porque es su naturaleza, porque está en el mundo.
Enhorabuena.
Bien expuesta la experiencia sin caer en el personalismo o el subjetivismo. Me gusta.
Yo sé bien lo que se siente cuando tienes que seguir caminando con ampollas en los pies. Uff.
Me gusta además la novedad que introduces en la manera de presentar el texto. No sé si alguien más purista te diría que en el haibun lo único importante es lo que set ransmite, y no debe haber nada que distraiga de esto, pero a mí la verdad es que me gusta.
Esa montaña invertida que visualmente seguimos con la mirada mientras leemos creo que es todo un hallazgo. Ascendemos así un poco con la voz que cuenta, poco a poco hacia la cumbre, hacia el final.
Y el haiku me parece un colofón estupendo. Esa hormiga que asciende como un romero más pero sin cargas, sin sudor, sin pensamientos, ni siquiera con intención.
Peregrina sólo porque es su naturaleza, porque está en el mundo.
Enhorabuena.