Noviembre 2015. Artículo de Fernando Rodríguez-Izquierdo

Colaboraciones del profesor Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, profesor jubilado de Filología Hispánica de la Universidad de Sevilla, autor del famoso libro "El haiku japonés" (Ed. Hiperión).

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Noviembre 2015. Artículo de Fernando Rodríguez-Izquierdo

Mensaje por grego »

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RASGOS HAIKISTAS EN LA POESÍA ESPAÑOLA.
LEYENDO A MIGUEL HERNÁNDEZ, CON EL RECUERDO DE BASHOO.



Es bien sabido que el poeta Miguel Hernández (1910-1942) murió joven y enfermo, en la cárcel de Alicante. Esta circunstancia de temprana muerte, y asimismo su magistral poesía, son rasgos que hoy nos hacen evocar su figura a una con la de su contemporáneo Federico García Lorca; al tiempo que nos hacen lamentar lo mucho que perdimos con esas muertes, acarreadas ambas por circunstancias políticas adversas y tristísimas.

Es por ello también por lo que, tras haber tratado algunos aspectos de la poesía de Lorca, detenemos ahora nuestra atención en Miguel Hernández, considerando sus posibles afinidades con el haiku japonés; aunque incluso -como también a su vez Federico- Miguel habría sido sumamente hábil en componer haiku, si lo hubiera podido conocer y apreciar.

Nuestra vía de indagación es doble: expresión y contenido, las dos caras indisolubles de la palabra y -en nuestro caso- de la palabra poética, que es como una sublimación de la palabra conversacional y práctica.

En cuanto a la EXPRESIÓN, Miguel dominaba los dos tipos de versos que son protagonistas del haiku: el pentasílabo y el heptasílabo -salvas, por supuesto, las leves diferencias prosódicas con dichos metros japoneses-. Su maestría en usar el PENTASÍLABO se hace patente en estos versos:

"Bocas de ira. / Ojos de acecho. / Perros aullando. / Perros y perros. / Todo baldío. / Todo reseco. / Cuerpos y campos, / cuerpos y cuerpos. // ¡Qué mal camino, / qué ceniciento! // ¡Corazón tuyo, / fértil y tierno! ///"

Posiblemente se refiera a su mujer, en su maternidad, y al ambiente social circundante. Se trata de un romancillo pentasílabo, como antes cultivara -por ejemplo- Tomás de Iriarte (1750-1791). Lleva la rima asonante en versos pares, propia del romance.

Pero alberga ciertos valores de haiku. Obviamente, la brevedad en la expresión es manifiesta: subrayada por esa práctica exclusión de verbos, y el consiguiente cultivo del estilo nominal, sirviéndose el poeta de construcciones admirativas, o bien sin ellas. El único verbo presente es el gerundio del tercer verso "perros aullando", que aprovecha esa fuerza descriptiva del gerundio, muy afín al de la forma conectiva del verbo japonés, usada también en el haiku por su concisión y expresividad. La implicación de elementos humanos con otros tomados de la naturaleza es asimismo un rasgo de haiku. Lo mismo cabe decir de las reiteraciones y antítesis.

El dominio del HEPTASÍLABO puede apreciarse en el poema titulado "Niño" (1939-1940), sin duda inspirado en su propio hijo:

"Rueda que irás muy lejos. / Ala que irás muy alto. / Torre del día eres, / del tiempo y el espacio. // Niño: ala, rueda, torre. / Pie. Pluma. Espuma. Rayo. / Ser como nunca ser. / Alborear del pájaro. // (...)

Se trata también de un romancillo, en este caso heptasilábico. Aunque tiene tres verbos en forma conjugable, el predominio es claramente de expresión nominal. Los sustantivos rebosan dinamismo, o bien sensación de altura -torre, ala, pájaro-. Quedémonos con la palabra "rayo" para comentarla más tarde.

Los pentasílabos y heptasílabos en funcionamiento conjunto aparecen en sus seguidillas -tan afines a la métrica del HAIKU-; seguidillas cuya fuga, en cada caso, puede considerarse un elemental haiku de 5 / 7 / 5 sílabas.

Consideremos pues sus famosas "Nanas de la cebolla", escritas en seguidillas, y dedicadas a su hijo y a su mujer, cuando ella le comunicaba por carta -estando Miguel encarcelado- que apenas podía ella misma comer pan y cebolla para dar de mamar al hijo. Usaré números romanos para aclararnos al citar. Voy a reproducir íntegras las seguidillas I, VIII y XII, así como las fugas de las demás. La fuga es siempre lo que sigue a la doble barra inclinada ( // ). El metro de la seguidilla es: 7 / 5 / 7 / 5 // 5 / 7 / 5 ///.

I. La cebolla es escarcha / cerrada y pobre: / escarcha de tus días / y de mis noches.// Hambre y cebolla: / hielo negro y escarcha / grande y redonda.///

II. // Pero tu sangre / escarchaba de azúcar / cebolla y hambre.///

III. // Ríete, niño, / que te tragas la luna / cuando es preciso. ///

IV. // Ríete tanto, / que en el alma, al oírte / bata el espacio. ///

V. // Boca que vuela, / corazón que en tus labios / relampaguea.///

VI. // Rival del sol, / porvenir de mis huesos / y de mi amor. ///

VII.// ¡Cuánto jilguero / se remonta, aletea / desde tu cuerpo! ///

VIII. Desperté de ser niño. / Nunca despiertes. / Triste llevo la boca. / Ríete siempre. // Siempre en la cuna, / defendiendo la risa / pluma por pluma. ///

IX. // ¡Si yo pudiera / remontarme al origen / de tu carrera! ///

X. // Con cinco dientes / como cinco jazmines / adolescentes. ///

XI. // Sientas un fuego / correr dientes abajo / buscando el centro. ///

XII. Vuela niño en la doble / luna del pecho. / Él, triste de cebolla, / tú, satisfecho. // No te derrumbes. / No sepas lo que pasa / ni lo que ocurre. ///

Los comentarios pueden ser infinitos. Por lo pronto, en esas fugas citadas se pueden ver y leer potenciales haikus, casi impecables.

Entrando ya en consideraciones de CONTENIDO, me interesa destacar dos ideas: una es la visión metafórica del relámpago en "relampaguea" (seguidilla V), relacionable semánticamente con el "rayo" que ya subrayábamos en el poema "Niño"; la segunda es la idea de la inocencia infantil que ignora muchas cosas y razones, como rasgo afín al haiku.

El relámpago suele ser una luz instantánea , visualización lejana de un rayo que acústicamente vendrá acompañado también por un trueno. Dicho sea de paso, veo asimismo muy significativo el hecho de que uno de los poemarios de Miguel Hernández se titule "El rayo que no cesa" (1936). Por asociación de ideas, se me evocan dos haikus de Bashoo referentes al relámpago, que cito y comento a continuación:

(1) inazuma ya / yami no kata yuku / goi no koe

Brilla un relámpago; / y entra en la sombra el grito / de la garza nocturna. ............Trad. mía

Relampaguea. / Después, en las tinieblas, / grazna una garza. .............Trad. Antº Cabezas

El luminoso relámpago tiene aquí el contrapunto de la sombra nocturna, donde irrumpe para luego eclipsarse. Paralelamente, la voz de la garza también se va eclipsando en las tinieblas. Ello no obsta para que el rayo y su relámpago sean una imponente manifestación de fuerza natural, comparable a la que en germen atesora un niño, como viera Miguel Hernández ("relampaguea" en la seguidilla V, y "rayo" en el poema "Niño").

El otro aspecto interesante para destacar en Miguel es la visión del niño como fuente y remanso de poesía, por más que este carezca aún de riqueza léxica, e ignore los presupuestos poéticos y otros razonamientos afines; y precisamente por ignorar todo eso. Aquí es oportuno citar palabras de Bashoo, tanto de su ideario poético como de su producción en forma de haiku. Entre sus dichos figura aquel bien conocido que reza así:

(3) haikai wa sanshaku no warabe ni saseyo

Pon a un niño de un metro de alto a componer haiku. ............... Trad. mía

Quiere decir que el haiku no es metafísica, ni siquiera religiosidad, sino la pura captación del momento. Por ello, la ignorancia de lo que se suele llamar "antecedentes" o "últimas causas"
resulta favorable, junto a la ausencia de todo prejuicio.

Esto mismo lo expresa Bashoo en un memorable haiku que, por cierto, brota de haber visto destellar un relámpago:

(2) inazuma ni / satoranu hito no / tootosa yo

Viendo un relámpago, /quienquiera que no entienda / es admirable. ............ Trad.mía

¡Cuánto más hermoso resulta el asombro de un niño o de un iletrado que las disquisiciones de un científico (con todos los respetos para la ciencia y las personas)!

La idea del relámpago y del rayo, que sirvió a Miguel Hernández como metáfora para apreciar la fuerza de un niño desde una visión llena de esperanza , sirve a su vez a Bashoo para ensalzar la especial aptitud de alguien para el haiku a pesar de su ignorancia científica o filosófica; o por esta misma ignorancia, más precisamente. El adjetivo "tootoi", del que deriva el nombre abstracto -usado por Bashoo- "tootosa", quiere decir: "admirable, venerable, valioso", e incluso "sagrado".

Las frases poéticas de Miguel Hernández dichas a su hijo -"Desperté de ser niño. / Nunca despiertes." y "No sepas lo que pasa / ni lo que ocurre."- abundan en dicho sentido, tan estimado por Bashoo.

En palabras de Vicente Aleixandre, "Miguel era confiado, y no aguardaba daño. Creía en los hombres, esperaba de ellos." Que su poesía nos acerque al espíritu del haiku, que él llegaba a intuir, aun sin conocerlo.

Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala. Universidad de Sevilla.
"Porque no se trata de decir cosas chocantes, sino de decir la verdad sencillamente, la mayor verdad y del modo más claro posible y más directo." Juan Ramón Jiménez

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Gorka Arellano
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Re: Noviembre 2015. Artículo de Fernando Rodríguez-Izquierdo

Mensaje por Gorka Arellano »

Muchas gracias, profesor :chino
La cebolla es escarcha / cerrada y pobre: / escarcha de tus días / y de mis noches.// Hambre y cebolla: / hielo negro y escarcha / grande y redonda.
Me han atrapado estos versos...
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hadaverde
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Re: Noviembre 2015. Artículo de Fernando Rodríguez-Izquierdo

Mensaje por hadaverde »

Gran poeta Miguel Hernández y estupendo análisis el que hace de sus versos. Gracias por este maravilloso artículo Fernando.

Un abrazo.
Tarsis
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Re: Noviembre 2015. Artículo de Fernando Rodríguez-Izquierdo

Mensaje por Tarsis »

Hola, ge-érgon y hadaverde. Mi agradecimiento a ambos. Muchos de los versos de Miguel Hernández< son dignos de recordarse, por su sonoridad y sentido. Creo que la propia experiencia de maternidad/paternidad, y en mi caso ahora (ya desde hace quince años) de "abuelidad", se convierten en buenos aliados para apreciar y estimar al máximo dicha poesía. Un abrazo de Fernando
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