"AHORA SÓLO ESCRIBO HAIKU"
A mí la citada frase -convertida ahora en el título de nuestro artículo- me hace volver la mente a Bashoo, poeta japonés que, pudiendo haber escrito tankas (algo así como la canción japonesa por antonomasia) o bien otros prestigiosos metros, dedicó toda su vida a escribir haikus, de una sencillez y de una hondura insospechadas. Bashoo en algunos de sus haikus alude o se refiere a su propio quehacer poético; y yo, para esta ocasión, he elegido el siguiente:
tabine shite / waga ku wo shire / aki no kaze ............................................. (1)
Tras dormir en la ruta,
podrás gustar mis versos.
Viento de otoño. ..............................................................(Traducc. mía)
Sugiere Bashoo que para apreciar mejor sus versos conviene tener cierta experiencia de peregrinaje. A un caminante lo entenderá mejor otro caminante. Y apunta asimismo la idea de que es preferible leer sus versos con una mente descansada a hacerlo con una mente abrumada por preocupaciones, quehaceres, prejuicios... Es ésta una recomendación tan natural como valiosa.
La palabra de estación es obvia, ya que se menciona el otoño. Es aquí muy oportuna dicha mención, pues los japoneses suelen referirse al otoño como "el otoño de la lectura": "dokusho no aki" (2), algo así como nosotros podemos decir "la primavera de las flores". El razonamiento que subyace a tal denominación es el siguiente: en otoño, cuando los días empiezan a acortar sensiblemente sus horas de luz, la gente tiende a volver antes a su casa, para entretenerse o instruirse con la lectura de algún libro. No es, pues, casual que en este haiku aparezcan juntos los conceptos de "leer" y "otoño".
Primer verso: "tabine shite".
tabine: sustantivo compuesto de "tabi" 'viaje' y "ne" 'dormir'. Significa descansar en medio de un viaje.
shite: forma verbal conectiva que convierte el sustantivo precedente en un verbo. Equivale aproximadamente a nuestro gerundio, pero introduce un sentido de posterioridad para el contexto que sigue. Algo así como si dijéramos, mediante el gerundio compuesto: "habiendo dormido en ruta, podrás...."
Segundo verso: "waga ku wo shire ya"
waga ku: 'mi(s) verso(s)'. Con modestia de autor, Bashoo no habla del género poético -"haikai"- que cultiva, sino simplemente de sus "versos".
shire: imperativo del verbo "shiru" 'saber, conocer'; como si el poeta instara así a su público lector: "aplícate a conocer mis versos".
ya: "kireji" o palabra de cesura, aquí -con cierta originalidad- tras el segundo verso (es más frecuente encontrarlo tras el primero). En este contexto "ya" tiene cierto valor de interjección, énfasis.
Tercer verso: "aki no kaze 'viento otoñal'. El viento, que todo lo arrastra, puede llevarse también las palabras del haiku, si éste es pronunciado o leído en voz alta. Es importante capturar el instante y disfrutarlo en nuestro interior.
Estamos pues ante un haiku donde se produce la "función metalingüística" de las palabras, según la llamó el gran lingüista Roman Jakobson. Es decir: se emplea el lenguaje para hablar del lenguaje. Aquí Bashoo usa la poesía para referirse a la poesía, a "su" poesía. En ese rasgo encontramos la función metalingüística o incluso "metapoética".
POEMAS AFINES DE TOMAS TRANSTRÖMER
El poeta sueco cultiva el haiku desde mediados del siglo XX. Aparecen varios haikus suyos en dos antologías del autor traducidas al español (Traducción de Roberto Mascaró): "El cielo a medio hacer" y "Deshielo a mediodía" (ambas obras, en Nórdica Libros).
De la primera antología mencionada, destaco:
Ahora está el sol bajo.
Nuestras sombras, gigantes.
Pronto, todo será sombra.
Un par de libélulas
unidas entre sí
pasaron aleteando.
De la segunda antología:
Nota previa: El siguiente haiku forma parte de una serie escrita a propósito de haber visitado el poeta un hospicio de jóvenes internos (Hällby, 1959).
Vidas mal escritas:
la belleza persiste
como un tatuaje.
El primer verso "Vidas mal escritas" muestra -metafóricamente- la ya comentada función metalingüística: escritura (del poeta) para hablar de otra escritura (vidas juveniles desgraciadas). Contrasta la mala suerte de los chicos internos con la belleza de los mismos.
Urraca blanca y negra,
terca corre en zigzag
cruzando campos.
Y para terminar , citaré un bello poema de Tranströmer que no es haiku, pero tiene estética y sabor de haiku, como casi toda la poesía de dicho autor. El poema en cuestión está tomado de la obra "La plaza salvaje" (1983), y aparece traducido en "El cielo a medio hacer".
DE MARZO DEL '79.
Cansado de todos los que llegan con palabras, palabras, pero no lenguaje,
parto hacia la isla cubierta de nieve.
Lo salvaje no tiene palabras.
¡Las páginas no escritas se ensanchan en todas direcciones!
Me encuentro con huellas de pezuñas de corzo en la nieve.
Lenguaje, pero no palabras.
Es difícil describir mejor el clima donde se asienta el haiku.