Tras mi primer intento fallido de componer un haiku (el resultado distaba mucho de serlo)... gracias a los materiales de iniciacion y los buenos consejos de Grego pues aqui va mi segundo intento... espero que esta vez se aproxime un poquito más a lo que es un haiku... ya veremos.
Tic-tac-tic-tac-tic
Taladra el silencio
el viejo reloj.
***
A su tiempo
cincela segundos
el viejo reloj.
En fin...creo que utilicé alguna metafora...no pude evitarlo. ¡No hay como intentar componer un haiku como para valorar el ingenio del poeta...!¡Que dificil es aunar en un verso... la belleza, la rigidez de la metrica y sobre todo el alma de un instante! ¡¡¡Mi admiración para quienes lo logran!!!
Según mi opinión, mucho mejor, María.
Me gusta especialmente el de "nariz helada..."
y entra en la métrica.
De los otros dos me gusta la vivencia que intentas expresar.
Creo que no hay que ver las normas cómo algo que nos vuelva rígidos, sino como una forma de disciplinarse en este camino.
El verso "el viejo reloj" se cuenta como 6 sílabas al terminar en palabra aguda. Si termina en palabra esdrújula se cuenta una menos.
No sé si sabías esto.
Hay un instante en las tardes de invierno realmente mágico, alegre y solaz. Cae la tarde... es una tarde invernal rosada y grisácea a la vez... común en esta ciudad mediterránea en la que vivo... la noche se adelanta, parece que tiene prisa... entonces confluyen el griterío de la salida de los niños del colegio... el reencuentro con sus padres a la puerta... la ruidosa excitación al relatarles lo acontecido durante la jornada... la alegría del retorno a casa... el anhelo de hogar... los deberes, la tele, un baño, el pijama, la cena y la cama... el merecido descanso... y con todo esto, el regreso a la ciudad de los estorninos, en bandadas, haciendo círculos, de forma estridente, al rayar la noche... para descansar en las copas de los árboles gigantes del patio de la escuela.
Demasiadas palabras para expresar ese momento "de eternidad"... este instante bien merece un haiku... Pero ¿cómo expresarlo?
Un intento... que me sabe a fallido:
Cae la tarde
De vuelta los estorninos
Júbilo y paz.
Maria Serra
