DE SANTA FE A ALBOLODUY (3)

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Roper
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DE SANTA FE A ALBOLODUY (3)

Mensaje por Roper »

HAIBUN DE PRIMAVERA.
PRIMERA PARTE
CUATRO DÍAS DE PRIMAVERA.

CAPÍTULO 3

DE SANTA FÉ DE MONDUJAR A ALBOLODUY

En el albergue de Alboloduy. A Miércoles 25 de Marzo de 2015.

Ha amanecido lloviendo por segundo día consecutivo pero el parte meteorológico dice que mejorará...
Salgo de Santa Fé , después de entregar la llave en el bar del pueblo donde algunos paisanos me han deseado suerte después de indicarme el camino, que está bien señalizado. Subiendo poco a poco, me voy despidiendo del valle del Andarax para ir buscando el río Nacimiento y su cauce. El paisaje, tan arbolado de huertos empieza a cambiar y comienza a verse la Almería más árida. Pinos de repoblación que no consiguen arrancar, raquíticos, y muy poca vegetación. La influencia del desierto se hace notar.

El camino baja hasta las ramblas desde los cerros y vuelve a subir una y otra vez con pendientes “pintadas” como líneas rectas en la sierra. Tomo los desvíos señalizados para peregrinos peatones y “me acuerdo” de los custodios del camino, encargados de señalizar, pienso que si llevaran tres días andando con 10 kilos por mochila, no irían por ahí...
Entre los cerros una pareja de cabras montesas, me detectan por el viento y se esconden rápidamente pero me da tiempo a mirar su pelaje, todavía de invierno, marrón oscuro, y sus pequeños cuernos.
Llego al primer pueblo del cauce del río Nacimiento, Alhabia y sus huertos vuelven a estar llenos de naranjos sin coger, y también empiezo a ver más olivos.

El viento empieza a soplar con fuerza una vez se acaba de despejar el día, a mi cabeza me llega este haiku:
“Junto al río
mecidos por el viento
huertos de olivos.”
Conforme voy subiendo junto al cauce, va pasando la mañana y espero llegar pronto al destino. El viento sigue arreciando... mientras me paro a orinar, una paloma me sorprende, ¡Parece que quiere pararse en mi sombrero! Es una paloma zurita, está pintada con aerosol azul y rosa, se posa en el asfalto a mirarme; creo que le recuerdo a alguien; al final coge impulso y se va...

Llego a Alboloduy temprano, como pensaba y me paso por el ayuntamiento donde Sonia, que hacía una semana que me había dado la credencial de peregrino, me acompaña al albergue. El viento ya es un vendaval y me tira la ropa recién lavada.
El pueblo esta oculto en un cerro y a pleno sol me llegan gotas de aguanieve de no se donde, por que vienen del otro lado, han viajado con el viento..., después llega Rafa un amigo de Almería; él ya ha hecho su camino; y tomamos algo, pero no se queda a cenar y se marcha temprano.

El viento bate los ventanales del albergue durante toda la noche.
¡El viento se levanta! ¡Hay que intentar vivir!

Paul Valery
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